La Magia de Pensar en Pequeño
Cuando decides hacer un cambio en tu estilo de vida, ya sea financiero o de otra índole, existe una fuerte tentación de empezar por todo lo alto. Pasas de golpe de una vida gastando a una vida frugal de un día para otro. Renuncias a todo lo que antes era importante para ti.
Sin embargo, hay un problema con este método.
La mayoría de las personas que saltan de un estilo de vida basado en hábitos erróneos de gasto a uno de ahorro extremo encuentran muy duro el cambio. Es un shock. Se sienten agobiados. Luchan por seguir ahorrando pero al poco tiempo deciden que el esfuerzo no merece la pena y vuelven a sus antiguos hábitos y con más fuerza.
Es normal hacer varios intentos fallidos antes de encontrar el punto justo entre gasto y ahorro con el que estamos a gusto. Ponerte unos objetivos demasiado ambiciosos, de pasar de golpe de un extremo a otro, no es algo bueno, porque vas a recaer con casi toda seguridad.
Nadie tiene ese autocontrol. Todo el mundo necesita algún lujo o gasto no previsto de vez en cuando.
En vez de dejar de gastar de golpe, la mejor manera de comenzar una vida de ahorro es ir poco a poco. Los pasos pequeños con el tiempo se convierten en grandes pasos pero únicamente después de haber desarrollado bien los “músculos” del ahorro.
El Esfuerzo de las Cosas Pequeñas
Esto no solo es cierto con las finanzas personales. Ocurre lo mismo con todas las metas de superación personal. No vas de estar tirado todo el día en el sofá a correr una maratón de la noche a la mañana.
Lo normal, es comenzar poco a poco a ganar forma física, hacer una dieta equilibrada, etc. Del mismo modo no pasas de tener 20.000 euros de deudas a 20.000 euros ahorrados en un momento.
Te haces rico lentamente. Vas tomando pequeñas decisiones correctas una tras otra.
Si has estado posponiendo una meta financiera, ¿por qué no empiezas hoy mismo? Haz un pequeño paso pero significativo hacia lograr ese objetivo. Si has tenido la intención de abrir una cuenta de ahorros, solicítala ya. Hazla crecer con 20 ó 50 euros cada mes.
No te preocupes si el progreso te parece lento. Lo importante es adquirir el hábito. Con el tiempo, descubrirás de forma sencilla una manera de acelerar el crecimiento de tus ahorros.
Tal vez hayas tenido la intención de recortar tus gastos. Hazlo. Cancela suscripciones a revistas. Deshazte de la televisión de pago. Los gastos mensuales recurrentes son auténticos sumideros de dinero, que tranquilamente y sin que te des cuenta van comiendo tu capacidad de ahorrar.
Cancelar la televisión de pago o tus suscripciones mensuales te pueden parecer una pequeña cosa, pero es una cosa pequeña que puede tener un gran impacto en tus finanzas.
Los cambios pequeños y fáciles no marcan una gran diferencia por sí solos, pero pueden tener un impacto real si se combinan entre ellos. Solo se necesita paciencia y tiempo para que el cambio y la mejora en la situación sean evidentes.
Si estas luchando por reducir tu deuda, es posible que tengas momentos en los que pienses que nunca podrás salir de las deudas. El progreso es lento. Sin embargo, conpaciencia y perseverancia poco a poco irás acabando con ella, casi sin darte cuenta.
Irás derribando todas tus deudas a tu paso. Y este dinero que destinas a la deuda después se convertirá en dinero ahorrado cada mes. Esto nunca hubiera sido posible, si no hubieras empezado poco a poco.
Hay quien sostiene que son las grandes decisiones financieras las que hacen la mayor diferencia. Puede que tengan razón. Sin embargo no he tomado ninguna gran decisión financiera en los últimos años. Solo pequeños pasos. Y la mejora es clara y evidente.
Por lo que no puedo más que recomendarte lo mismo, cambia tus hábitos financieros poco a poco, sin prisa pero sin pausa, y antes de que te des cuenta tus finanzas personales habrán mejorado bastante.
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